martes, 15 de abril de 2014

Semana Santa

Dos son los días de entresemana que me despierto a las diez y media de la mañana, en casa. Lejos de todo. Lejos de mí. 

Las horas pasan tras los cristales de mi ventana, o de mis gafas de sol. El viento melodioso me salpica la piel y me refresca. Al menos tengo un aliado que me ayude a combatir a mi enemigo. El que me aparta del invierno, el que me delata en momentos cruciales, invadiendo mis mejillas. 

Hace dos días que mi día a día mutó, lejos de ser tan solo un fin de semana más animado que de costumbre. Tan poco ha hecho falta para que los hombros me pesen como si fueran de plomo... Qué ironía, anoche solo me sentía cómoda con las deportivas. Anoche solo tenía ganas de correr y no detenerme jamás. 

Adoro la Semana Santa. Me encanta perderme en las figuras de porcelana, perderme en mis propios pensamientos, y reflexionar sobre lo que me rodea. Sobre lo que veo sin ver. Sobre lo que está ahí, aunque nadie pueda divisarlo. Me gusta los rostros cubiertos por el anonimato, que a mí me hechiza. Me apasionan los ojos sangrantes detrás del capuz y la música de miles de pasos acompasados, latiendo al son del tambor. Todos a una, unidos por por decenas de cosas, o tal vez por una sola. Unidos, después de todo, por muchas diferencias que los separen. Pero todo lo previo es tan hueco... Tan banal, tan muerto. 

Lucho por resistir, por escapar de la vanidad. Por ser capaz de ahondar hasta la esencia más pura, y no conformarme con la seca cubierta de astillas que, al final, duele. Que siempre quiso hacerme daño.

Un haz de esperanza aparece ante mí para tranquilizarme. Me dice que pronto pasará, que todo irá bien. Es algo parecido a una nana infantil. Me acuna y me acaricia el pelo. Me susurra que, mientras habites mis sueños, siempre estarás cerca. Y así lo creo, porque es verdad. Porque te siento a pocos metros cuando floto en el mundo onírico. Porque, por muy lejos que estés, siempre te siento cerca. Como una caricia permanente. Como una marca imborrable.

                                                                                                                                                                              —Reven

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