viernes, 27 de septiembre de 2013

¿Veo fantasmas, Dee Dee?

"No sabes cuánto te agradezco todo lo que estás haciendo. Y Dee Dee también. Desde la distancia te lo agradece."  
No consigo entender por qué. Las dos semanas que llevo de curso he vuelto a escucharle por los pasillos, encontrármelo a todas horas... Como los días después de que Dee Dee se fuera. 
Hoy no he parado de escucharlo en toda la segunda hora, como si lo tuviera a nada, a menos de una puerta de distancia. Pero ¿qué es esto? ¿Será una manía mía? ¿Una obsesión o simplemente una casualidad? (Me recuerdo a mí misma que no creo mucho en las casualidades). No lo sé. No sé nada. Sólo que me mueva por donde me mueva, ahí está Johnny. 
¿Será  por Dee Dee? ¿Por qué esta obsesión? ¿Será porque es lo más cercano que me queda a él? ... ¿Es que la vida trata de recordármelo? ¿No quiere que le olvide?
¿Veo fantasmas, Dee Dee?

                                                                                                                    —Reven

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Tú... Otra vez tú.

Hace tiempo que no escribo para ti. Las circunstancias, los recuerdos, el dolor... ¿qué más da por qué?
Tantas veces me has quitado el sueño, tantas otras te has colado en mi mente a altas horas de la mañana para verme dormir... Cada noche viajamos a un nuevo lugar. Vamos a sitios que están al alcance de cualquiera, salvo por una diferencia: te tengo a ti. Eso es lo que hace de mis sueños el lugar más especial con el que nadie pudiera soñar. 
Un día me despertaré e iré a buscarte donde estés. Un día... Un día podré dejar de soñar para vivir. 

Cada noche te diré las mil razones por las que me enamoré de ti, cada día diferentes. Y mi vida no tendrá noches suficientes para terminar. 


                                                                                                                             —Reven

Avispas y otros bichos no voladores

Cuando te pica una avispa no pregunta si te parece bien o mal. No se preocupa de si eres o no alérgico, no le importa que pueda matarte. Pero ¿nos preocupamos nosotros de lo que pueda pensar una avispa? No, ni lo más mínimo. Sólo sabemos a lo que viene, sabemos que viene a intentar hacernos daño. Siendo sincera:  Vosotras me importáis menos que los pensamientos de una avispa.
Todos sabemos a lo que venís, a lo que estáis dispuestas. Sabemos que lo que queréis es hacer daño y, ¿sabéis qué? Vuestras palabras (si es que se les puede llamar así) me afectan tantos como la muerte de un cactus en el desierto del Sáhara. Me importan nada, menos que nada.
No me importa que vuestras críticas y comentarios puedan intentar dañarme, no lo hacen. Si decidís perder el tiempo en mirara por el rabillo del ojo a todo el que sí tenga una vida por mí estupendo. Pero yo que vosotras emplearía mi valioso tiempo en mirarme al espejo y construirme la mía.
Avisad cuando penséis que tenéis algo interesante que decir.


                                                                                                                                —Reven

lunes, 23 de septiembre de 2013

Redacciones, una pequeña forma de coartar la libertad (Argumentación sobre mi odio a las redacciones)

Redacciones... Una pequeña forma de coartar la libertad de redacción. 
Les tengo mucha manía a las redacciones. Por un lado me gusta escribir, por otro me gusta defender mis posturas y opiniones, pero a pesar de ello odio hacer redacciones. Por norma general, los temas que se proponen me parecen interesantes y me gusta que se traten en clase. Lo que no me gusta es que alguien rija tus criterios de redacción, te diga cómo argumentar y te imponga una extensión. 
Mi odio aumenta si además tenemos que apoyarnos en información previamente buscada. Odio basarme en las ideas o escritos de otro. Casi siempre acabo odiando durante cierto tiempo con toda mi alma el tema en cuestión. Y eso que a mí me gusta defender mis ideas pero ¿y a los que no les gusta? En ciertas ocasiones no veo útil que una panda de adolescentes-críos escriban vete tú a saber qué sobre cosas que ni les importan ni les van a importar nunca (digo a veces porque otras es necesario). 
Qué feliz me haría que llegase un hermoso lunes inesperado (¿hermoso? ¿Lunes? Quizá ese lo fuera) y el profesor nos dijera: "Para esta semana vais a escribir una historia. ¿Tema? Libre, por supuesto. ¿Extensión? La que cada uno considere apropiada." 

No esperes que encuentre las palabras adecuadas cuando tienes  a mi imaginación encerrada en una jaula más pequeña que ella. Sin libertad no puedo sentir, y sin sentir soy incapaz de escribir. 

                                          
                                                                                                      —Reven

¿Miedo a lo absurdo?

No estoy segura de qué nombre podría darle a lo que siento cuando no me salen las palabras. No es impotencia, no es rabia, no. Quizá sea... ¿miedo? Miedo a que los sentimientos se las traguen. Miedo de poeta a quedarse sin adjetivos para decirle a su amada... Miedo a que la luz del sol se apague por que sus versos se conviertan en realidad.  Miedo a que no haya mar en el mundo que pueda superar sus lágrimas. Miedo a que su sangre se convierta en ese hielo del que siempre anda hablando, o de que su pelo se vuelta fuego de tanto llamarlo de esta forma.
¿Miedo a que sus rimas y estrofas se vuelvan contra él? ¿A caso no los has creado tú? Entonces: ¿no eres tú quien decide si darles o no libertad? Es el autor quien decide si sus propias creaciones se vuelven contra él o no. Yo que otro trataría de controlarlas. 
                                                                                                                                  —Reven

viernes, 20 de septiembre de 2013

Ojalá algún día pueda explicarte que cuando no estás yo sólo miro en tu dirección. 
      
                                                                                                              —Reven

lunes, 16 de septiembre de 2013

Primer día de clase

"¿Sabéis qué significa la palabra "onírico"? Lo onírico es todo lo referente al mundo de los sueños, que hace soñar..."
Pasados estos dulces días de descanso veraniego hoy ha tocado despertar y poner los pies en la tierra de nuevo. Ver tantas caras conocidas y algunas nuevas me ha hecho reflexionar y pensar sobre el pasado y el futuro que pronto se convertirá en presente.
Caminar por esos pasillos nuevamente me ha hecho revivir viejas historias. Algunas conocidas por todos, otras jamás reveladas.
Quizá uno de los momentos más duros de la mañana ha tenido lugar a segunda hora, cuando me tocaba Biología. Las clases se dan en el laboratorio, situado justo en frente de plástica, de "La Sala Onírica". Me es difícil expresar con palabras lo duro que ha sido para mí cruzar nuevamente por delante de esa clase, casualmente con la puerta abierta, y no verle detrás de la mesa jugando con el aparatito de animación de imágenes antiguo (cuyo nombre nunca sabré).
Un día Johnny nos contó que él y su amigo inseparable habían bautizado con ese nombre al aula de dibujo, puesto que allí se creaba arte, y el arte es capaz de hacernos soñar. Pero no. Ya no. Dee Dee se ha ido y junto a él se ha llevado la cualidad onírica de esa sala. Ahora el aula de dibujo sólo es una clase más en la que los alumnos hablan y hablan y la nueva profesora sólo va a hacer su trabajo.
Nunca llegarán a saber que mis sueños permanecerán por siempre allí, enterrados en el armario del fondo, junto con mis recuerdos. O quizá escondidos debajo de aquellas mesas pegadas a la pared, donde durante meses y meses han reposado mis trabajos.
Mi capacidad para soñar está con él allá donde se encuentre.

                                                                                                                                —Reven

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Baby, I Love You

"Nuestros caminos volverán a cruzarse." Hace tiempo lo dije. Lo sabía. Él no podía desaparecer así como así de mi vida. Él, que es tan importante para mí. 
La distancia se lo llevó lejos de mí, pero el empeño y el destino me lo trajeron de vuelta. Temporalmente, eso sí. Pero si volvió una vez estoy segura de que volverá muchas más. 
Y si lo hará es porque hemos dejado algo pendiente. No pienso renunciar a ese café por nada del mundo, solamente lo aplazo. 
Al verlo aparecer por la puerta que da al pasillo mi corazón dio el vuelco más grande que ha dado en su vida. Ahí estaba él, con el pelo más corto, con sus ojos intensos... Tan agradable como siempre. Tan admirable como recordaba. De fondo me parecía oír "Baby I Love You" de los Ramones, ese grupo que a ambos nos apasiona tanto. 
El tiempo que compartí con él fue corto. Yo iba a despedirme de él, pero ahora sé con certeza que volveremos a vernos. 
Al fin, después de tanto echarlo de menos, ayer volví a encontrarme con Dee Dee. 

                                                                                                —Reven