lunes, 26 de agosto de 2013

Libre en Barcelona

"No llores, por favor. Volveré, lo sabes."
Estamos llegando al irremediable momento más temido del verano: el final de agosto. La partida de agosto  trae consigo algo aún peor, algo que odio excesivamente: Las despedidas. 
Ya me he enfrentado a tres grandes y dolorosas despedidas, entre ellas la de Almond. Aún me quedan, y eso duele... 
Quiero quedarme con tantos buenos momentos que me han hecho pasar. Con todas las sonrisas que han conseguido arrancarme (raro, ¿verdad?). Ahora veo todas las fotos de estas vacaciones mientras escucho Rammstein y me acuerdo de todo. De cada palabra, de cada gesto...
Ellos son muy importantes. Son verdaderos amigos, aunque estén lejos. Esto me ha llevado a un nuevo planteamiento, a un nuevo proyecto: Escaparme a Barcelona en junio con mis amigas Krylee y Emma. A ver a Almond y a sus amigos (...) 
Libertad en Barcelona, queridos. Eso es lo que quiero ahora. A parte de ir al concierto de KISS, claro está. 

                                                                                                        —Reven

viernes, 16 de agosto de 2013

Adiós, Almond

Anoche estaba rota y mareada. Así que apagué el móvil, pensé en él una vez más y dormí, dormí, dormí...
Por la mañana me desperté queriendo creer que Almond seguía aquí. Pero no. El hecho de no verlo aparecer por la puerta de entrada de la piscina me recordó que ya no está.  Que se encuentra a más de 600 km de mí. 
Su llegada me hizo bien. Me hizo neutralizar el dolor y dejar bastante de lado el recuerdo de Greg. Su partida en cambio ha sido amarga para mí. Amarga para Reven... 
Me gustaría pensar que esto no es un adiós. Sólo un hasta pronto. Lo malo es que ese "pronto" puede hacer referencia a seis meses o a un año. 
Detesto las despedidas. No hay cosa que más odie. 

                                                                                                                                —Reven

lunes, 12 de agosto de 2013

Azul

Pasear junto al mar, dormir en el cielo y la tierra a la vez. Nadar y volar por ese color. Ser libre. 


Praderas verdes, arena dorada, montañas de fuego, cimas blancas, atardeceres anaranjados, estrellas centelleando en mil colores... Todo eso ya no me importa. Ahora sólo pienso en el azul del cielo y del mar. El azul de Almond.
   
                                                                                                                  —Reven

jueves, 8 de agosto de 2013

Nunca me han gustado los ojos azules

Nunca me han gustado los ojos azules. Te miran como creyéndose superiores, a menos a mí, porque los míos sean marrones. 
Todo el mundo les dedica canciones y poemas a unos preciosos ojos azules que deslumbran a todo el que los mira y son capaces de iluminar toda una habitación. Los marrones no. Esos no emiten ningún tipo de destello lumínico y los ojos azules se aprovechan de ello para presumir. 
Desde Greg nadie ha conseguido hipnotizarme con la mirada. Sus ojos oscuros me tranquilizaban, me relajaban, me volvían sumisa, hacían que quisiera dormirme mirándolos. Almond tiene una de esas miradas azules que deslumbran. A mí sin embargo a veces me duermen.

—Si pudieses tener la vista que quisieras desde tu casa, ¿cuál sería?

—Si tuviese el paraíso siempre delante no sabría apreciarlo. Así que no, a él no lo tendría. La luna y las estrellas son lo único bueno que hay en el lugar donde vivo y que no me canso de mirar. La luna, las estrellas y ese azul que siempre he odiado...

                                                                                               
                                                                                                                        —Reven

martes, 6 de agosto de 2013

Cambios (Felicidades, Vinnie)

Las cosas cambian, y de repente te das cuenta de que haber llegado hasta cierto punto del dolor te ayuda a entenderlo todo mejor. A día de hoy me duele aún su recuerdo, pero me alegro de haber encontrado otras cosas que no cambian con el tiempo, y que sé que siempre estarán ahí. Cosas como Alice, Joan y la música. 
Es curioso ver como "él" deja de ser Greg por unos momentos y pasa a ser Emilio. No significa que haya logrado sacarlo de mi mente, sino que por fin estoy consiguiendo abrir el paréntesis que debería estar escribiéndose desde hace dos meses. 
Hay momentos en la vida tan fugaces coma las estrellas. Palabras Para Julia siempre me recordará al fugaz paso de Emilio por mi vida. 
Almond ha vuelto. Y no sé cómo me afectará su regreso a la ciudad. 

Dejándome a un lado, hoy es el cumpleaños de mi querido Vinnie Vincent. Nadie sabe de él, pero esté donde esté espero que sea feliz, porque él me hizo feliz a mí en su momento. 
   
                                                                                                                 —Reven