martes, 29 de octubre de 2013

"Al verte esperando en mi portal..."

"Dios sabe que estaría dispuesta a arrojarme al fuego por ti. Me atormenta creer que algún día, cuando ya estés muy lejos de mí, no me recordarás." 
A veces, cuando noto que las paredes se derrumban y los escombros caen encima de mí, siento ganas de correr. Podría correr si quisiera, podría tratar de huir otra vez. Pero eso no es lo que quiero, ni tampoco lo que necesito. Lo que necesito es correr hacia un punto, hacia un lugar, hacia una persona... 
Me siento idiota cuando descubro qué es lo que de verdad me hace falta: un abrazo. Un abrazo, una caricia, un "yo estoy aquí", un "todo saldrá bien". Esa cosa tan simple que no recuerdo haber tenido nunca. No de la forma adecuada. 
"¿Qué se siente cuando solo una persona puede ayudarte?" Ahora lo sé. Ahora, cuando la distancia me separa de él, necesito a otra para salir de allí. De debajo de esos escombros que me asfixian. 

Johnny. 


Nunca me ha gustado que las palabras se queden en el aire. 


                                                                                                                  —Reven

sábado, 26 de octubre de 2013

Donde quiera que estés, Dee Dee

Hay ciertas pequeñas cosas que a los ojos de los demás no son nada y para ti son un mundo. Hay noticias que te sirven de paraguas y te cubren de todas las tormentas que amenacen con calarte hasta los huesos. Hay personas que las hacen posible.

Dee Dee, hay tantas cosas que me gustaría decirte y tengo tan poco tiempo para ello... Podría ser simple y preguntarte cómo te va, simplemente por educación. Podría decirte que básicamente echo de menos, o que sin ti el pasillo de los laboratorios y dibujo no es lo mismo. Podría, si esa fuera toda la verdad. Pero no, no lo es.  Cualquiera diría que esa es la esencia de todo lo que tengo que decirte, pero ese alguien estaría equivocado. 
No es que simplemente te eche de menos, es que odio que no estés aquí. Tu ausencia se me clava como mil cuchillos por todo el cuerpo, por todo el alma. Siento un vacío terrible, y es porque te has ido y te has llevado parte de mí. Te has llevado el matiz de color que le diste a mi vida gris, y con ello las mil sonrisas que me sacaba el mero hecho de verte al cruzar por la puesta. 

No es que el pasillo de dibujo no sea el mismo. Es que cuando tú estabas aquí lo que respiraba al cruzarlo no era aire, sino alegría, sueños, esperanzas... Al pasar por delante de tu aula una gran felicidad me invadía, ahora solo me causa nostalgia. Ahora la Sala Onírica ha perdido su capacidad de hacerme soñar, ahora es simplemente una habitación con mesas y taburetes diferentes a los de las demás. Ahora allí solo queda el recuerdo de lo que un día fue. 

No. Esas palabras tan simples no son la esencia de lo que me gustaría decirte. Si me atreviera... si consiguiera reunir las montañas de valor suficientes para contarte toda la verdad (y nada más que la verdad) lo haría. Te diría que muy por encima de echarte de menos, me falta un trozo de alma. Que cada paso que doy hacia el laboratorio es una condena, porque sé que tú no estas en la puerta de enfrente, porque estás muy lejos, porque me duele no poder verte. Que te extraño hasta tal punto que llevo en el estuche el cuter con el que hice el último trabajo que terminé mientras aún estabas aquí. Que ese cuter está roto (como yo), que no le funciona el seguro, que antes le tenía un miedo terrible a cortarme con él y que ahora lo valoro como si fuera parte de mí, como si fuera mi guitarra. Que te admiro hasta tal punto que a veces pienso que este aprecio en realidad supera la admiración y el cariño que siempre creí tenerte...





...Y que daría casi  cualquier cosa por volver a tenerte aquí, por no volver a decirte "adiós" nunca. Dee Dee, si fuera tan valiente como a veces me creo que soy te diría esto.  Pero por desgracia no lo soy, ni tampoco tengo el tiempo suficiente para ello. Así que tendré que conformarme con simplezas tales como "te hecho de menos" y "cuídate, por favor" que tendré que apuntar en un papel (que nunca me atreveré a tirar). 

"Aquella sala ya no me hace soñar, porque mi capacidad de soñar está donde quiera que estés. Y tú estás muy lejos de mi."
Me gustaría que no me olvidases nunca, igual que yo nunca podré olvidarte a ti.  

                                                                                                          
                                                                                                               —Reven



domingo, 20 de octubre de 2013

Hablemos de críticas

"Pretenden hacernos creer que el mundo estará a nuestros pies."

La gente lo cree. Simplemente confía en ello. Piensa que al salir de aquí, al tener que construir su vida todo les caerá del cielo, sin esfuerzo. Se preocupan de lo que les apetece hacer hoy, cuando hoy ni siquiera su vida les pertenece.
Me dicen que ponga los pies en la tierra cuando ellos ni siquiera son conscientes de que están suspendidos en el aire. Ellos, que no son capaces de distinguir amor de admiración, amor de amistad, sueños imposibles de aspiraciones o ser hipócrita de ser persona. Ellos tampoco se dan cuenta de que no siempre van a ser lo que son hoy: triunfadores a sus ojos y a los de su especie.

Aquellos que me llaman pequeña por mi tamaño, ¿qué son ellos en realidad? Aquellos que no dejan en paz la vida de otros por no tener una propia, ¿qué tienen entonces? Aquellos que juzgan a otros sin mirarse al espejo ¿qué espantoso reflejo pueden tener?
Como diría cierto hombre (egoísta, o quizá en cierto modo realista):
"Usted no es más grande, usted es más alto."
"No se debe juzgar a los hombres por su fisionomía, sobre todo sin ponerlos a prueba."
"Podemos elevarnos muy por encima de aquellos que nos insultan, perdonándolos."
"La envidia es una demostración de inferioridad." —Napoleón Bonaparte.


                                                                                                                    —Reven


sábado, 19 de octubre de 2013

Cada cuál tiene su musa

"Recuerdo cuando dibujé para Dee Dee La Musa pide perdón. Se arrodilla ante ti por no haber aparecido en el momento oportuno."
Cada cuál tiene su musa. El problema es que ésta no aparezca a tiempo. 

En las tardes calurosamente frías de este verano tardío (de este invierno prematuro) siento la necesidad de hablar, de escribir. De hablar sin escribir. De hablar sin hablar.  No encuentro palabras. No me encuentro. No me concentro. No estoy inspirada. 

"Necesito inspiración, y tú eres mi inspiración. Te necesito."


                                                                                                               —Reven 

viernes, 18 de octubre de 2013

La opción perfecta

Arte. Para mí el arte es el mejor vehículo de expresión que ha existido, existe y existirá en la historia de la humanidad. Incluso antes que las lenguas ya se utilizaba como medio de comunicación. Pero no una comunicación gramatical, no. Sino sentimental, interior, abstracta. Es el gran entendedor al que nuestros sentimientos crean pero a la vez es capaz de crear sentimientos en nosotros. 
El arte no son sólo cuadros o esculturas bonitas (de hecho algunas a primera vista son terribles). Son obras originales de calidad técnica incuestionable que hagan pensar, reflexionar, sentir... 
El mágico arte que une caminos. El que nos une a pesar del tiempo y la distancia. El que nunca morirá por muchos siglos que pasen. El que hace soñar...  Él es el que guía mi camino. 

Historia. En Historia se estudian los acontecimientos que ocurrieron hace años, siglos, incluso milenios. Qué guerras enfrentaron a los hombres y las naciones, qué pensaban los filósofos, qué sentían los poetas y escritores... Historia, pasado. ¿Por qué debería referirse siempre al pasado? ¿Es que a caso lo que pasó ayer no nos sirve para explicar lo que ocurre hoy? Exacto. No, la historia no es pasado. No cuando la veo pasar delante de mis ojos día a día ¿Debería pensar que yo soy pasado (o mejor dicho: una parte de él) en sus vidas? No. Ni debo, ni quiero, ni lo haré, porque no es ni lo que soy ni lo que seré. 
Todo el mundo tiene una historia. Yo soy una historia, tú eres otra historia, él y ella son otra diferente.   
La historia es hoy. Y hoy es ayer y es mañana. 

La combinación perfecta, la que no podría fallar. Dee Dee, Johnny. Yo. Mi ayer, mi hoy y mi mañana. Historia del Arte. Quizá sea la opción perfecta, la opción hecha para mí. 

                                                                                                             —Reven

lunes, 14 de octubre de 2013

Mientras estés

Está claro que no todos los días son buenos. Ni pueden ni deben serlo, porque si lo fueran no los apreciaríamos. 
Hoy el agotamiento físico y mental me acosan. Tengo que preparar varios exámenes para esta semana. Quiero hablar con Johnny, pero no puedo ir a buscarlo. Echo de menos a Dee Dee y a muchas otras personas (aunque quizá no tan relevantes como él). A cambio tengo a mi alrededor a gente que no deberían estar ni a 1000 km de mí. Y deseo con toda mi alma cambiarlos a todos por ellos. O mejor aún: por él. 
Aún con todo tengo dos motivaciones. Hoy he descubierto que tengo una parte de Dee Dee en clase de Biología: La pizarra. Él la eligió para mí, y ella sigue acompañándome aunque ya no entre en el aula de dibujo ni exista la Sala Onírica (bueno, existe, pero ha perdido su cualidad). Y el hecho de sentirlo cerca es algo que me da fuerzas. 
La otra es la esperanza. El hecho de saber que él sigue ahí, y que yo sigo allí, a su lado en cierto modo. Espero pacientemente sumergida en la más tremenda impaciencia el momento de tenerlo enfrente. A unos pocos centímetros de mí. 
Mientras estén tus palabras tendré un motivo para seguir. Para seguir feliz. 


                                                                                                                —Reven

domingo, 13 de octubre de 2013

Cielo:

Tantas madrugadas he pasado despierta esperando tu llegada, tantos anocheceres he vivido pendiente de tus palabras. No sabes cuántas sonrisas eres capaz de sacarme, tampoco sabes cuántas veces me has hecho temblar. Me faltan manos para contar las noches que he soñado contigo y con tus ojos, tus manos, tus labios... 
Nadie puede imaginar el tiempo que quiero estar a tu lado. No, ni siquiera puede medirse. Llevaba mucho tiempo pensándolo, y ahora lo afirmo: te quise incluso antes de conocerte. No sabes el tiempo que llevaba esperándote. Pero siempre y cuando tú y tu amor seáis la recompensa no me importa esperar siete vidas. 
No podría prometerte un "para siempre" porque yo no seré eterna. Lo que te prometería sería un "hasta que mi corazón deje de latir", e incluso después seguiría queriéndote. 
El cielo no está demasiado lejos. Tú eres mi cielo. 

                   
                                                                                                         —Reven

lunes, 7 de octubre de 2013

Evasión y realidad

Qué repelús me da esto. Me ahogo, noto que me falta el aire, y no es por culpa del resfriado.  
A veces tengo vías de escape. O más bien las tuve en su momento. Cuando avanzas por un camino que lleva a una cueva oscura y no sabes lo que hay dentro siempre tienes la posibilidad de no entrar. A pesar de eso decides asomarte, por mera casualidad. ¿Qué pasa? Que te encuentras a gusto, no ha pasado nada y la curiosidad, el morbo o lo que sea te empujan a seguir. ¡Peligro! Vamos, aún estás a tiempo de salir, vamos. ¿Qué es ese ruido? Te acaba de caer una jaula encima. Has caído en una trampa. No puedes romper los barrotes, ni levantar la jaula. Ahora ya no hay salida. Lástima, no haber entrado. 
En este momento, ahora lo que me apetece es desaparecer dentro de la evasión de mi mundo. Meterme dentro de un videoclip, formar parte de una historia y de una canción. Eso quiero, ¡y lo consigo! Estoy encima del edificio en el que están Los Ramones, jugando con Joey a la pelota. Estoy aquí, soy feliz, todo va bien... Salgo... Se acaba la canción y vuelvo a la dura realidad, sigo en la cueva, encerrada en una jaula. No puedo escapar. 

Ven a por mí, por favor.


                                                                                                   —Reven

viernes, 4 de octubre de 2013

...y Dee Dee Ramone escribió esa canción

Tú. Tu silueta inconfundible, tu paso acelerado y tan firme como los trazos de tu pincel. Avanzas por los pasillos devorando miradas. Miras siempre hacia un punto fijo, el cual sólo conoces tú. Buscas a Johnny y a veces, por qué no, me buscas a mí. Ese pequeño detalle del brillo de tus ojos que nunca podré olvidar. 
Nunca me atreví a decirte a dónde quería que te dirigieras. Tampoco lo que me fascinaba tu marcha a través del pasillo. 
Ahora todo esto se ha ido, estás lejos de mí. Sé que tus pasos seguirán siendo igual de firmes que entonces. Ahora avanzas por otro sendero, tuerces otras esquinas, devoras otras miradas... Aún caminas mirando hacia delante, siempre hacia delante. Ahora tu mirada ilumina otros bancos, otros libros, otras caras, otras tazas de café... 

"—¿Sabes? Me recuerdas a Dee Dee Ramone. —No sé en qué basas tu criterio de parecido, porque no me veo como él. —Tus pasos, tu firmeza al caminar... Eres como él, Dee Dee. —(Sonrisa)" He plasmado este recuerdo en una lámina. Así ni aunque quiera podré olvidarte. 

Ahora recuerdo tus pasos caminando al ritmo de Poison Heart. Todo el mundo tiene un corazón venenoso, yo tengo un corazón envenenado. 


                                                                                                         —Reven

                                               

martes, 1 de octubre de 2013

El matiz

Maldita sea la hora del recreo de hoy.
Sentada frente a la puerta del patio, distraída, fingiendo escuchar a Mary pero absorta en mis pensamientos. Viendo a gente pasar... ¿hacia dónde irían? No tengo ni idea, y tampoco es que me importase. Sintiendo los minutos pasar cruelmente. Cada vez faltaba menos para que sonara el timbre y yo entrara a Historia. Me gusta esa asignatura, es de las más interesantes que tengo este año. 
Ni un sólo color. Todos en blanco y negro y las ideas grises. Nada que mereciera la pena ser atendido. 
De repente algo cambia, percibo un matiz de color en el aire. Algo ha cambiado... Ya no se escuchan todas esas voces monótonas que nunca dicen nada. ¿Qué es? ¿Qué color ha indagado en la grisácea escena? O mejor dicho: Quién podría ser. 
Un espasmo me saca de mi ensimismamiento. Ahora sí, ahora lo oigo. ¿Dee Dee? ¿Eres tú, Dee Dee? ¿Vienes para devolver el color a mi mañana? ¿Para devolverle a mi vida ese cálido matiz que la caracterizaba cuando tú estabas aquí? 
Me levanto, corro, ando. Corro andando, ando corriendo, quién sabe. Miro en cada despacho, en cada aula, en la biblioteca... Te busco por todos los lugares en los que te podría encontrar. Pero tú no estás. El blanco y el negro te han absorbido de nuevo. O quizá lo hayan hecho con mi mente.  
Fantasía o realidad, el sonido de tu voz me ha confundido. Y lo peor es que mientras no sepa nada más de ti, mientras no vuelva a tenerte en frente, mi ilusión seguirá confundiéndome, y tu recuerdo obsesionándome. 

                                                                                                              —Reven