lunes, 7 de octubre de 2013

Evasión y realidad

Qué repelús me da esto. Me ahogo, noto que me falta el aire, y no es por culpa del resfriado.  
A veces tengo vías de escape. O más bien las tuve en su momento. Cuando avanzas por un camino que lleva a una cueva oscura y no sabes lo que hay dentro siempre tienes la posibilidad de no entrar. A pesar de eso decides asomarte, por mera casualidad. ¿Qué pasa? Que te encuentras a gusto, no ha pasado nada y la curiosidad, el morbo o lo que sea te empujan a seguir. ¡Peligro! Vamos, aún estás a tiempo de salir, vamos. ¿Qué es ese ruido? Te acaba de caer una jaula encima. Has caído en una trampa. No puedes romper los barrotes, ni levantar la jaula. Ahora ya no hay salida. Lástima, no haber entrado. 
En este momento, ahora lo que me apetece es desaparecer dentro de la evasión de mi mundo. Meterme dentro de un videoclip, formar parte de una historia y de una canción. Eso quiero, ¡y lo consigo! Estoy encima del edificio en el que están Los Ramones, jugando con Joey a la pelota. Estoy aquí, soy feliz, todo va bien... Salgo... Se acaba la canción y vuelvo a la dura realidad, sigo en la cueva, encerrada en una jaula. No puedo escapar. 

Ven a por mí, por favor.


                                                                                                   —Reven

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