Si, por descuido, cometo la osadía de no pensarte, recibo al instante un mensaje tuyo. <<Lo siento, Valdés>> murmullo sonriendo. Te mereces cada uno de mis pensamientos, a cambio de las veces que me has ayudado a no caer o a levantarme.
Naciste cuando yo aún no tenía conciencia, a pesar de los testimonios que afirman mi destreza al hablar con un escaso añito de vida. Todo apuntaba a la evidencia: ¿Es que tú no te callas nunca! (Dativo, te hago caso con esos dichosos signos) No. No es mi intención esconder las verdades mentirosas o las mentiras certeras que habitan en mi mente.
No confundamos; soy sincera. Y sinceramente escribo todas las entradas. Sinceramente, Lli: mil gracias por ser tú. Mil gracias por estar siempre conmigo.
Felicidades, un año más, no sólo por tu nuevo año, sino por ser una persona sobresaliente. Te quiere:
—Reven
No hay comentarios:
Publicar un comentario