jueves, 25 de septiembre de 2014

Veintisiete planos

Conozco a un tipo que lucha por alcanzar su sueño. Tal vez la dirección de largometrajes no esté a su alcance al día de hoy, sin embargo siempre dispone de un fragmento de su tiempo para dedicarse a imaginar. Entonces escribe, idea, trabaja sobre planos generales, de detalle, carteleras... Las vistas en todas sus vertientes, para abreviar. 
Desde que sé de su existencia admiro su faceta artística, haciendo hincapié en el carácter guerrero del susodicho. Él no lo sabe, ni lo sabrá. 
Al caso, opino que merece ser mencionado cierto corto que una vez dirigió y filmó él mismo —en el que, dicho sea de paso, Almond participó—. El actor principal me comentó que su único cometido era enamorarse. Quizás parezca sencillo fingir el amor, pues basta con aprender a descontrolarse, sonreír, hablar sin propiedad y derramar alguna que otra lagrimilla de vez en cuando, en las tomas que así lo requieran. No obstante el amor lleva consigo el componente bioquímico que solemos pasar por alto. Y la química no es nada simple, sino práctica y destructora.  
De todo esto tuviste algo que grabar...


Meditar y caminar son dos conceptos que, bajo mi punto de vista, están ligados, asociados, son directamente proporcionales, o el término que bien esté dispuesto cada cual a tolerar. Caminar, caminar, para no ir a ninguna parte. Meditar, meditar sin preguntarse nada. Pensar mil veces para no llegar a ninguna conclusión. Camino, medito, pienso, qué más da si, finalmente, de todo nada es concreto.

Paro y, de repente, vuelvo a escuchar su voz. Como en las mañanas que salíamos a encontrarnos con nosotros mismos. Cuando nadie quería admitir que esa era la realidad. Una de las infinitas realidades que nos bombardearán para siempre. 
Hoy, más que nunca, tiene sentido aquella canción. Aquella que sonó cada una de las veces que me dio un motivo para escribir, anunciando una y otra vez el desenlace de esta historia. 
A veces ser directo no es suficiente, o no lo suficientemente apropiado. Pero la perífrasis solo es una forma más sutil de disparar el cañonazo. Sobre este amor de veintisiete planos.

lunes, 22 de septiembre de 2014

El Mago de la Guerra

Esta es la historia de un hombre al que todos consideraban simplemente uno más y resultó ser un héroe. La misma que nos demuestra la importancia de creer en la magia.

Jasper Maskelyne creció en el seno d una familia inglesa cuyo mayor legado había sido, durante generaciones, la magia. Desde niño fue testigo de magníficos trucos que causaban furor entre el público. Cómo imaginar en aquel entones que, algún día,  aquello contribuiría a la derrota nazi en la Segunda Guerra Mundial.
Cuando  Jasper creció se convirtió en un gran ilusionista, continuando con la tradición familiar. Sin embargo, al estallido de la guerra, decidió marchar de su hogar para defender a su patria y luchar por ella en los frentes del Norte de África.
Inicialmente fue destinado al Regimiento Real de Ingenieros para más tarde ingresar en la Unidad de Camuflaje. Fue allí donde se topó con la oportunidad de utilizar sus habilidades como ilusionista en el campo de batalla. 
Así, el 22 de junio de 1941, Maskelyne salvó Alejandría de ser bombardeada. Para ello construyó un "puerto de pega", el cual tenía la misión de atraer la atención de la Luftwaffe mientras la ciudad se ocultaba en la penumbra. Maskelyne ordenó apagar las luces de Alejandría para que el único objetivo visible fuera el falso puerto, el cual finalmente fue víctima de las bombas alemanas, quedando la ciudad intacta tras el ataque. 
Después de tal hazaña, sus superiores le encomendaron la misión de proteger el Canal de Suez de una nueva amenaza aérea. Esta vez, mediante un juego de luces y espejos que apuntaban al cielo, impidieron la visión de los aviadores y, con ello, la victoria nazi. 
No obstante, su  mayor logro tuvo lugar en la batalla de El Alamein, donde, gracias a él, las fuerzas aliadas consiguieron derrotar a Rommel, el Zorro del Desierto. Por medio de un ejército falso constituido por maniquíes, armas de pega y tanques de lona y la emisión de falsas señales aéreas, convenció a Rommel de que el ataque se produciría por el Sur, cuando realmente sería por el Norte. De manera que Rommel desvió gran parte de sus tropas y fue derrotado. Dado su éxito, el plan se repitió en el Desembarco de Normandía. 
Esta, junto a la batalla de Stalingrado, supuso el comienzo de las derrotas del Eje. El principio del fin de la Segunda Guerra Mundial. 

domingo, 21 de septiembre de 2014

Mar de ayeres



A oír de nuevo por los pasillos el fantasma de unos pasos que se alejan, el sonido de una voz latente en tiempo y espacio que no deja de romper el impenetrable barullo, el reflejo leve del vivo color manzana, que de frío pasó a cálido y de realidad a recuerdo. Todo igual y, en cambio, todo ha cambiado. Ha cambiado para siempre.
Desde hoy caminaré, siempre con rumbo fijo. Mil veces querré caminar hasta perderme en el mar de ayeres, y así será. El viento se aviva, golpea los cristales y los hace temblar. En el cielo se observan oscuras nubes de tormenta que, pacientemente, aguardan su momento de precipitar en forma de lluvia, simulando lágrimas del cielo.
El otoño se acerca progresivamente mientras busco información sobre Murat. Almond sostiene que he cogido el Bachillerato con ganas, sin embargo sospecho que, más bien, el motivo de la dedicación se infiltra en el terreno personal. Pero de eso hace ya tiempo. El asunto quedó zanjado meses atrás, cuando, estando allá arriba, me debatía entre ciencias y letras. Entre luz y oscuridad, y finalmente vi lo que siempre había tenido delante. El ambiente de persianas bajadas me atraía, me incitaba a escribir. De hecho, en numerosas ocasiones fue el objetivo principal al que mis delirios enfocaban. Por eso me decidí por las carreras oscuras.  Por contigüidad, mi entrega fue plena. Como siempre lo ha sido.
El cambio de curso, la “nueva” clase, el retorno del viejo entorno ruidoso, la separación definitiva de la Biología y la Física y la Química… Las humanidades y las letras, en general, forman parte de este nuevo comienzo mío de raíces arcaicas, espíritu crítico, progresista y nostálgico. O quizá no. Tal vez sea yo quien realmente pertenece a este mundo, y no al revés.
O puede que el derecho de propiedad también sea recíproco. Yo soy suya en mi totalidad, y él es mío dentro de mi realidad individual. Así mismo, si alguna vez logro efectuar cualquier tipo de cambio positivo dentro de una realidad mucho más grande y general, será gracias a la absorción y la influencia que ejercemos constantemente el uno sobre el otro, bien sea para bien o para mal (porque igual que puedo redactar un escrito con alma, puedo hacer un destrozo, un desastre garrafal).

El adiós precipita de igual manera en el charco de mi persona, provocando bienes y males con la onda expansiva. Aunque claro está que los términos “bien” y “mal” son muy difusos, y que a veces la fina línea que los separa es casi imperceptible. Trazo fruto de un 2H, sin duda alguna.
En ocasiones un pequeño cambio puede suponer un mundo, sin embargo en otras todo surge de forma distinta. Una mutación con demasiadas repercusiones necesita de un ligero ajuste, no siempre intencionado o premeditado, para que nada abandone su orden natural. Lo que ayer parecía blanco, hoy se ha oscurecido. Y lo que antes pareció negro ahora es gris. Y vuelta a empezar…



Recuerdo que en el pasado era incapaz de escribir sin escuchar música, pues el tempo provocaba la fluidez determinada de cada escrito. Ahora soy capaz de acompasar mis pensamientos al ritmo del silencio. 

martes, 16 de septiembre de 2014

Recíproco

Han transcurrido cinco horas desde que nos hallábamos en el patio delantero, expuestos a la intemperie. O quizá no, pero qué más da. A veces es el propio autor quien ignora las circunstancias en las que está inmerso, el tiempo y el lugar en los cuales ese encuentra redactando, relatando, narrando, escribiendo, pensando, formulando y retratando. Eso mayoritariamente ocurre porque el proceso se torna reversible. Puesto a que las palabras no son creadas por quien las usa, son ellas las que invaden la mente y el espíritu del pensador que trata de invocarlas. Pero el muy estúpido no sabe que realmente lo están poseyendo. Se están adueñando de su ser, y él se lo permite con descaro. Como la boca ardiente que reclama el impacto definitivo con el hielo del amor.

 Para Lalu, que se sienta detrás de mí, Gema, que en clase de Historia ocupa el sitio de María, a mi derecha, Irene, una mesa más allá, o cualquiera de las personas que ocupan la "nueva" aula (y digo "nueva" porque ya estuve allí, en 2º de la ESO. Recuerdo aquel pasado primer día en el que Macarena nos recibió allí, con una de sus habituales sonrisas. Todo so pasó, pero al mirar atrás parece que ambos sucesos son simultáneos) esta debe ser una hora más dentro de una mañana tremendamente ordinaria. Para mí es totalmente diferente. Este no es un día normal.
Almudena acaba de devolverme el libro que le resté hace unos meses, cuando aquel cuarto no había acabado. Tras dejar sus cosas sobre la mesa, nos muestra la prueba cuya existencia llevo intuyendo semanas: la temida Evaluación Inicial. 
Quizá el tiempo escasea. Tal vez la Geografía no termine de definirse por mi bando. No obstante la Historia sigue estando de mi parte. 
Define conceptos y personajes. Guerra Fría. Crack del 29. Marxismo. Napoleón...
Napoleón me transporta a otro tiempo, a otro lugar. Como todo lo que me rodeaba estando allí, dos tiros de escalera por encima del espacio que ocupamos hoy. 
La nostalgia y aquel frío hicieron un buen trabajo conmigo. Nada me impedirá recordar los instantes vividos en la cueva: la felicidad y la tristeza, los reencuentros y las despedidas, los pensamientos y que condensé en el ambiente reflexivo, los largos y constructivos debates, la oscuridad y ese extraño rubor...  Godoy regresa junto a mí. 
Pero esto no es una cueva. Siento que será la última vez. Sé que es una despedida. Nos miramos y no hace falta nada más.  No hay nada más que la clase llena de mis compañeros enfrentados a sendas pruebas iniciales y Almudena. Y el rastro blanquecino del fantasma metafórico que guarda bajo llave los nuevos recuerdos: los de la cueva. Los de Reven y toda su historia.  Elena Galán no discreparía.

Hasta siempre.

viernes, 12 de septiembre de 2014

Acerca de la verdad y la realidad

Reflexionando sobre la realidad, recordemos la antigua confrontación entre Sócrates y los sofistas. Aunque quizá esté haciendo un mal uso del término. 
Los sofistas hablaban de la verdad desde un punto de vista demasiado subjetivo y relativo. Sócrates, en cambio, defendía firmemente la existencia de una verdad única y objetiva. Naturalmente, todo esto solemos pasarlo por alto (y hablo en general, aunque lo detesto), no obstante, en cientos de miles de ocasiones se nos presenta el dilema cumbre. Entonces sí sentimos la necesidad de tomar una determinación inminente. Pero muchas veces esa necesidad se mezcla con una nueva contradicción: lo que es y lo que queremos que sea.
Atendiendo a la nube global en la que las múltiples <<verdades>> se mezclan y se condensan antes de precipitar, obtenemos la creación de dos términos fácilmente confundibles: veracidad y realidad. Quizá de esto surgiera el eterno debate.
En cuanto a la veracidad, considero que cada cuestión puede tener múltiples respuestas cargadas de matices y variantes. Sin embargo sólo hay una que conteste verdaderamente a lo que se esta preguntando. 
La realidad es algo totalmente distinto.  Existen en el universo infinitas realidades, al igual que acepciones posee la palabra en sí. Para mí el sentido más significativo es el que dictamina que la realidad es lo que es, lo que está ahí. Por tanto a la vista queda (o debería quedar) mi postura a cerca de ésta, y esto puede extrapolarse al campo del deber. 
Cada individuo posee y habita una realidad, la cual es única, exclusiva e irrepetible, y pertenece a un conjunto de subrealidades a las que engloba una realidad general que les impone ciertas características comunes. Para ejemplificar esta afirmación, utilizaré mi caso: mi realidad es que yo soy yo, quien soy y como soy. Tengo mis virtudes y mis defectos, mis gustos, mis preferencias, mis problemas, mis aspiraciones y mis ideales (sen cuales sean). Vivo en el país donde nací y, por el momento, todo apunta a que seguirá siendo así, por lo tanto pertenezco al conjunto de subrealidades que engloba España (que tiene una cultura, ciertas posturas ideológicas y ciertos problemas sociales, políticos y económicos), que a su vez es también una realidad y una subrealidad dentro de otra, de un conjunto más grande, que es la Unión Europea. Y esta está dentro de Europa, la cual guarda relación con el resto del mundo.
Dicho lo cual, pensemos en nuestras responsabilidades como ciudadanos. Si nos desentendemos de las realidades generales, cae el sistema. La ruptura daría lugar a una especie de anarquía en la que imperaría la ley del más fuerte. Sin embargo tampoco debemos descuidar el desarrollo de nuestra vida personal, pues de tal forma nos sería imposible alcanzar la felicidad, es decir, la plenitud, el fin predilecto de nuestra existencia. En conclusión: nuestro deber es luchar por la plenitud de nuestra realidad.

martes, 9 de septiembre de 2014

Episodios Nacionales

Las guerras carlistas no dejan de retumbar como bombos dentro de mi cabeza, y me pregunto por qué. Trafalgar, la Guerra de la Independencia, la Revolución Liberal, la Restauración y hasta Napoleón. Pero eso no es extraño. 
Un siglo pasado que se repite una y otra vez para mí. Y, de repente, es como si lo hubiera olvidado todo. 
Se me escapa el tiempo de entre las manos, y no puedo evitarlo. Qué asco le tengo a esta maldita presión.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Vanguardias

Movimiento clave. Estudiando las Vanguardias uno se da cuenta de que el Arte es la única fuente veraz de la sociedad. 
Sin dejar de elaborar sus obras con una intención clara, permiten al espectador ponerse plenamente en contacto con el espíritu artístico y sacar sus propias conclusiones sobre el sentido real y el figurado: el que uno mismo crea a partir de la observación y la valoración del contraste entre sociedad y obra. Entre lo que quiere hacernos creer y lo que de verdad es.
Interesante, la cuestión. Pero esto es sólo una opinión.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Toledo

Toledo, lugar de reunión de múltiples culturas y sentimientos, ayer tuve el placer de conocerte. Toledo, si en algún lugar debía conocer los entresijos del ejército, es en tu Alcázar, ese que logró retrasar el triunfo del bando nacional.Toledo, si había de ser testigo de un tesoro, fue el de tu catedral.

Si en algún lugar el ayer regresa y las palabras cobran otro significado, es aquí, bajo la luz sombría del Entierro del Conde de Orgaz. Sobre su lápida, que yace a sus pies desde hace siglos.

El reflejo del Alcázar despierta en mí un cálido nerviosismo. De repente noto enrojecerse mis mejillas. Como pasó aquel día, cuando salí de casa, dispuesta a comerme el mundo, o a que él mismo me tragarse. Una punzante ráfaga de aire caliente empeora mi dolor de cabeza debido al cansancio. Siento que me mareo al mirar nuevamente el río. Entonces vuelvo a encontrarme con sus ojos. En un pasado tres de septiembre, en el cual los miré por última vez. 
Las cientos de fotos fruto de este viaje me recuerdan una  otra vez mis grandes ambiciones. Y, junto a ellas, vienen impresos los recuerdos de años atrás. Dee Dee, en ellos apareces tú por todas partes. Hoy no puedo evitar pensar en ti, en que hace un año que mantuvimos nuestro último cara a cara.Pero jamás el definitivo.

lunes, 1 de septiembre de 2014

En nuestra realidad

Dicen los medios que allá en Oriente Próximo, una terrible guerra arrasa la tierra teñida de rojo, y todo lo que encuentra a su paso. Puñados de bárbaros que amenazan y aterrorizan a inocentes. Sin discriminación alguna.
Por otro lado, culturas y terrenos a punto de resquebrajarse, sufren la lucha de dos bandos: el mutilado y el que reclama lo  que es suyo. Pero nuestro no es nada más que el cuerpo que nos mantiene atados a este lugar.
Robar está permitido, pues la justicia está mal hecha, y el criminal jamás paga los platos que rompe. En cambio, si alguien coge algo por necesidad, las puertas de la cárcel se abren de buena gana para él. 
También se escucha que, de vez en cuando, sube la bolsa. La noticia es motivo de júbilo, y todos se alegran. Sin embargo, los poderosos jamás abrirán la mano a buena voluntad, no tanto como ellos dicen. La economía crece para ellos, y ¿qué queda para los demás? Hambre y condenas para aquel que intenta sobrevivir. Gente que aquí es arrancada de su hogar, personas que allá mueren por abolir la desigualdad social. Y el rico, en su mansión, pone cara de pena, pero ya está. Ese no es su problema.
Sobre daños, pérdidas y horrores se habla. Para daño el que el hombre insiste en hacerse siempre a sí mismo.