viernes, 14 de febrero de 2014

Tardes de invierno por Madrid

14 de febrero de 2013, a sólo doce días del desastre, del dolor, del envenenamiento de mi alma. A casi un año de revivir uno a uno los recuerdos que inevitablemente traerán los distintos aniversarios.
Mi mundo empieza a temblar. Se acerca el final.
Recuerdo la medida adoptada frente San Fernando y hasta Sol. Cuando el dolor amenazaba con echárseme encima, yo me giré. Me giré y busqué mi medicina.
Quedan pocos meses para junio. Celebrar el aniversario de la Gran Caída, sin el antídoto implacable cerca va a ser muy duro.
Entre todo, el adiós de Dee Dee también se hará predente nuevamente. Cierro los ojos y parece que vuelvo a ese día. Entonces yo busqué a Johnny por todas partes para entregarle los trabajos de Plástica. Ese día escuché las primeras palabras conmovedoras de su boca, y se referían a mí, y se referían a él. Y aún palpitan en mi mente. En
No sabes cuánto te agradezco todo lo que estás haciendo, y Dee Dee también. Dee Dee te lo agradece desde la distancia.
Mi propia alma empieza a revelarme algo que traté de ocultarme desde el pasado febrero. Incluso entonces lo sabía. Y lo sé. No todo lo que pasó hace justamente un año fue malo. 
                                                                                                                        
                                                                                                 —Reven                     

No hay comentarios:

Publicar un comentario