Jamás podré llegar a describir la
sensación de estar en mí, estar en él y estar fuera de ambos, contemplando la
escena desde las proximidades. Sentir sus ojos en la nuca, mirarlo de frente,
ser testigo de cómo la mitad de mi rostro se ocultaba mientras cogía fuerzas y
tomaba aire una vez más. Todo al mismo
tiempo. Todo fugaces sueños que se tornan realidad y marcan mi mente y mi
espíritu.
—Reven
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