No son pocas las personas que opinan que mi mentalidad, mi
personalidad y mi forma de pensar son distintas a las de los demás. Nunca me ha
molestado, no me disgusta ser una persona diferente, ¿por qué debería
preocuparme serlo?
En ocasiones la gente normal no comprende mi forma de hablar
ni de actuar (en parte porque creen conocerme, cuando en realidad no lo hacen) .
Igual que a veces es fantástico salirte de la norma y del prototipo de “persona
normal” otras es difícil vivir pensando que muy, muy pocos te entienden.
Hace muchos años que los románticos se extinguieron.
Quedamos un número tan bajo que dentro de unos pocos años habremos desaparecido
completamente. Curioso es que aquellos personajes a los que la Historia tachó
de locos fueran capaces de entenderme. Y es que la gente como yo murió en el
siglo XIX.
—Reven
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