lunes, 30 de diciembre de 2013

Aférrate a mi corazón

A las puertas del cielo osé asomarme sin pensar en el abismo que había bajo mis pies. A pesar de mi mal equilibrio y la corta longitud de mis piernas, decidí arriesgarme y saltar. La pequeña plataforma que me sostenía quebró, era de cristal frágil. 
Tras el salto y el grito ahogado en el vacío, llegue. No pude entrar, mis pies no tocaron su suelo de nubes. Únicamente logré agarrarme a los barrotes, suficiente para no caer. 
Uno y otro balanceo, se me cansa el brazo. <<¡Agárrate! Aférrate a mi corazón, jamás te dejaré caer>>. Lo hice sin sospechar que un corazón roto quizá no sostuviera mi peso. 
Y no lo hizo. Ahora me siento caer en el abismo de mis propios reproches. <<Te lo dije, Reven. No dirás que no te lo advertí>>. Condenada para siempre a caer, presa de mis propias promesas.

Grito a pleno pulmón con los Ramones a todo volumen de fondo para que así consigamos callar su voz perdida. Para juntos sonar más fuerte que aquellos fallecidos "te quieros".
      
                                                                                          —Reven

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