miércoles, 5 de marzo de 2014

Celia

El respiro del eterno ayer. Otra vez...

Desde el pasado mes de abril una misma imagen ronda mi cabeza. La imagen de Dee Dee girando aquella ruleta prismática que reflejaba un mundo inerte y le hacía cobrar vida al rotar.

Recuerdo sus ojos intrigantes y su mirada al infinito mientras el nombre de Celia nacía y moría una y otra vez en sus labios. Y lo hago de forma tal que casi puedo verlo de nuevo frente a mí, jugando con su praxinoscopio, hablándome sobre su niña. Al menos dudó, lo hice dudar. Celia estuvo en su cabeza, aunque después fuera descartado.Aunque su duda solo durara un instante.

Nos escucho hablar con música suave de fondo. Aquello fue bonito, muy bonito. Sentí la ternura en sus palabras cuando pensaba en ella. Le hablé de las ventajas de que naciera en mayo, como una misma. Sabía que no iba a conocerla. Que al menos por el momento no podría sonreir al ver su carita, ni su posible pelo rizado. Al menos me hubiese gustado hallar algún punto en común con ella.

Qué bonita será. Y qué bonito sería verlos caminar de la mano. <<Algún día...>>. 

                                                                                                          
                                                                                                           —Reven    
                              
                                                                                                                                 

No hay comentarios:

Publicar un comentario