lunes, 17 de agosto de 2015

Y a este, amigo, llamaste nuestro final

Conoces de sobra la energía que fluye a tu alrededor, y crees tanto como yo en los universos cíclicos; en los bucles temporales que confunden hasta los puntos cardinales. Una vez más ves tu sombra triunfal regodearse por las esquinas, elevas la cabeza sobre cada hombro y olvidas el lado negativo del éxito. Me alegro, te lo prometo, me alegro mucho por ti. Pero no por olvidar y entornar los ojos para crear un mundo borroso desaparece la realidad. Te deseo suerte el día que el bucle te los abra de nuevo. 

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