miércoles, 9 de marzo de 2016

Prosa poética

Ha pasado mucho tiempo desde que llegaste a mi vida. Miles de historias y movidas en la aventura de conocerte y dejarte entrar en mi burbuja y aún resuenan en mi cabeza versos y versos. Resulta curioso de que solo haga unos cuantos siglos desde que se escribieron y a mi corazón se le antoje que existen desde que el mundo es mundo. Lo mismo que le pasa con tus ojos. Debe ser porque aquello capaz de tocar el alma carece de mortalidad, y yo lo sé, a diferencia de muchos. Pero, eh, que esto sea un secreto entre tú, yo y el umbral de lo infinito. Porque aunque otros lo desmientan, yo seguiré creyendo en Nietzsche y su eterno retorno. Porque hoy volvemos a estar aquí. 
Ya lo decía Bécquer de sus golondrinas, Machado de sus caminos, Manrique de sus afluentes, y tantos otros autores a los que esta noche recito sin necesidad de papel. Volverán las oscuras golondrinas; el que lo ha probado, lo sabe. 

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