martes, 11 de noviembre de 2014

Umbral 0 de inteligencia; el umbral inteligible

Dicen que la actitud filosófica nació de la admiración y la duda, y que esta solo pudo surgir cuando el hombre fue capaz de admitir que no sabe, que ignora, y solo por esto es capaz de percibir su necesidad de adquirir conocimientos. Solo el que es consciente de que no sabe puede sentir el deseo y la necesidad de saber. 
Existe un "umbral 0", que es el que alcanza una persona cuando es consciente de que no sabe y, a consecuencia, deja de hacerlo: el umbral 0 de inteligencia o umbral inteligible. Aquel donde se toma consciencia de las limitaciones de nuestro entendimiento, nuestra capacidad de percepción de la realidad. Es en este punto donde se inicia el conocimiento en sus dos vertientes (teórico, que busca desentrañar la verdad, y práctico, que persigue el hallazgo de la felicidad). 
Podría darse la malinterpretación de este concepto del umbral 0, pues es en apariencia fácilmente confundible con la estupidez, aunque sea un error. Al contrario de lo aparente, el umbral inteligible denota la suficiente capaz intelectual como para admitir que verdaderamente el conocimiento personal es limitado. Es el primer paso en el aumento del mismo. 
Sin embargo no todo el mundo es capaz de alcanzar dicho umbral y, curiosamente, son las personas que no lo consiguen las se creen poseedoras de un mayor de inteligencia, aunque esta teoría sea del todo incierta. No es más ignorante el que ignora, sino el que está tan limitado que ni siquiera puede ser consciente de su propia ignorancia. 
En resumen, para que surja la absorción de conocimientos, es indispensable la admisión del supuesto de que, en el inicio del proceso de aprendizaje, nadie sabe nada, pero esto es indispensable para alcanzar el abanico de conocimientos teóricos y prácticos que deseamos. De esto se componen la inteligencia y sus umbrales.

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