La importancia se mide en veces que alguien te ha dado la mano y las que te la ha soltado. Si existe la memoria selectiva, hoy quiero crear el corazón selectivo. Aquel que decide quién demuestra ser importante y decide quién se queda y quién se va. En definitiva: decido controlar a mi corazón, y no que él me controle a mí. Quizá así alcanzara la felicidad máxima de la que tanto nos hablan los libros.
Por desgracia el mundo sigue siendo mundo. A pesar del año nuevo, la naturaleza es como es y. aunque yo lo decida, no puedo cambiarla (¿para qué cambiamos de año si todo sigue igual?). Pese a esto puedo intentarlo.
Ahora es el tiempo de ser feliz. Hoy es el día de comenzar a sonreír, de intentar ser dueño de tu corazón. Quizá de esta forma sí sería rentable, Johnny.
—Reven
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