miércoles, 24 de agosto de 2016

Cartas a Madrid

[De: Anónimo. Para aquella chica a la que nunca volverá a ver]

¿Qué hubiera sido de mí sin ti? 
No te conocía, ni siquiera sabía tu nombre, y tú tampoco el mío. Sin embargo cada mañana corría hasta la cafetería de la estación para esperarte, siempre a la misma hora. No faltabas ni un sólo día a tu cita con el café recién hecho y los bollos de crema. 
No te conocía de nada; pero cada día me sonreía cuando lamías el glaseado de la comisura de tus labios. Te miraba fortuitamente desde el otro lado de la barra, sin que tú te enteraras e imaginaba lo maravilloso que sería conocerte, olvidarme del mundo mirando tus ojos color ceniza, o disfrutar de la lluvia contigo a mi lado. 
No te conocía de nada; pero aquel día no dudé un sólo instante en correr tras de ti para devolverte aquel pañuelo que olvidaste. Ibas en dirección contraria a mi tren. Faltaría a aquella entrevista de trabajo, y aún así no me importó con tal de encontrarte. 
Sonreíste cuando te devolví el objeto perdido. Me presenté, y tú estabas dispuesta a hacer lo propio. Y de repente escuchamos la explosión. 
El resto de la historia sólo son nubarrones. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario