miércoles, 24 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

Hoy cien años atrás tuvo lugar el milagro más grande del siglo XX. Hoy ese bondadoso fantasma llamado paz que estas fechas promocionan se hizo real. Hoy el espíritu de la Navidad se encarnó en los soldados de aquellas frías y malolientes trincheras, enfrentados en nombre de sus superiores por una causa banal. Tan cruel, sucia y gélida como los agujeros desde los que esos hombres atacaban, donde celebraron la primera Nochebuena de la Gran Guerra. 
A aquellos hombres se les prometió que para entonces habrían regresado a casa, que tendrían el calor y la compañía de su familia en una noche tan especial. Al no ver cumplida su familia, pretendiendo pasar una buena noche, cantaros villancicos, compartieron chocolate, dulces y bebidas, y adornaron sus trincheras con los árboles vestidos de colores vivos, tratando de simular la alegría, enviados por los suyos. Sin embargo es evidente que algo fallaba en ese ambiente: el miedo flotaba en el aire. Miedo a más disparos, miedo a una nueva emboscada, miedo a no poder volver. 
De repente, sus cánticos tuvieron respuesta por parte del bando contrario. Poco a poco los soldados fueron olvidando ese temor. Fue entonces cuando se produjo el milagro:  los hombres abandonaron las trincheras y poblaron la tierra de nadie, haciendo del campo de batalla un lugar cálido en el que la fraternidad superó todo odio,  toda orden, todo mal sentimiento que los había enfrentado. Y ya no hubo más miedo. Ni a las armas, ni a la pólvora, ni al castigo que su acción pudiera traerles. 
Según Almudena, pocas veces se ha hablado de este hecho, tal vez por lo delicado del asunto. No obstante, merece la mayor atención por nuestra parte, sobre todo en nuestros días, porque este, queridos, este es sin duda el acto más valiente realizado por el hombre a lo largo de toda su historia. 
Opino que hoy deberíamos aprender a vivir sin miedo. Sin miedo a gritar, reír, llorar, reivindicar, luchar y soñar. Por encima de todo somos seres inteligentes, con sentimientos: humanos. Y este breve relato demuestra que en el lugar adecuado, en el momento adecuado, la magia aparece, y nadie puede esconderse de su verdadero Yo: quien ama, siente, ríe y llora. Quien no tiene miedo. Quien es libre y feliz. 
Feliz Navidad (Joyeux Noël)

(1914-2014)

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